Esta es la historia de un gatito recién nacido que llega a manos de la abuelita Tomasita, ella lo adopta, lo cuida y lo alimenta con una pequeña mamila. Por ser tan pequeño le pone por nombre “Chiquilín”.
Un día llega su nieto y se encariña mucho con “Chiquilín”, juega con el, lo abraza, le hace cosquillas. Ahora él quiere de mascota un gato, pero su mamá le dice que no, porque tiran mucho pelo, pero el día de su cumpleaños le regalan una gran caja, al abrirla se sorprende al ver un pequeño gato blanco, que se hace amigo de “Chiquilín”
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